Estaba lo suficientemente nerviosa como para decirte la
verdad, para decirte que llevaba toda mi vida esperando ese momento. Estaba lo
suficientemente segura para decirlo, pero a la vez creía estar lo
suficientemente segura de que esta vez no, no iba a ser correspondida.
Te miro y tiemblo, y solo por eso sé que eres tú. También
porque cuando me miras miro hacia arriba, a la ventana donde te esperaba cada
noche y a la que ahora me doy cuenta de que al final siempre llegabas. Te miro y
vuelvo a temblar, y ahora, justo ahora, me doy cuenta de que lo hacía cada vez
que me mirabas así.
Y lo hago, digo que sí, que te quiero, lo digo entre una
botella de whisky barato y entre tus manos. Creo que aquí acabó todo. Una vez
me dijeron que el amor de los enamorados acaba en el momento que se dicen que
quieren. Pero creían que en este momento yo seguiría siendo inocente, o quizá
que no me atrevería a decirlo nunca. Estoy lo suficientemente segura para
saberlo, y más aún para sentirlo.
Lo repito y me abrazas.
No dejes de mirarme así.
Suena bien pero sentirlo suena aún mejor, sentir que me
miras y que esta vez, por fin, es solo a mí.
Anna
Expresas al igual que sientes, y eso es algo maravilloso
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