Nosotros

Tan malditos por las letras como perdidos por ellas. Eme, Anna, Ársepa, Adela, Negro. Tienes permiso para ahondar en nuestra alma, en nuestros miedos. Conócenos.

sábado, 1 de noviembre de 2014

El tiempo no pasa, pasamos nosotros

Corremos demasiado rápido por esta volátil, efímera y fugaz vida. Tan deprisa que nos perdemos los secretos de ella, su misterio y, en ocasiones, su melancolía. Nos hundimos en relojes, calendarios y horarios de oficina. Nos hundimos en rutina, en el pasar mimético de los días. Las mismas horas, los mismos minutos. Una cárcel en la que, por suerte para unos y por desgracia para otros, estamos  cumpliendo condena…

Crecemos, encarcelados en lo abstracto del tiempo, luchando diariamente contra el despertador, contra las prisas y contra los “llego tarde”. Sería más bonito vivir en silencio, en paz y sin correr. Sin tener que pensar que estás perdiendo el tiempo. Jugando con tu calendario al parchís y con tus prisas al dominó, ideando tranquilamente el movimiento definitivo. Sin la pena del  final de verano y el inicio del frío. Sin la tensión de cada domingo, esa que se resume en lunes… Lo bonito de lo utópico. Demasiada felicidad. Como si paseáramos un día de vacaciones por la playa a las siete de la mañana, sabiendo que no existen compromisos, quehaceres o alguien que te espere. Esa sensación de plenitud, ese sabor de independencia espiritual. El conocimiento de un alma errante que vaga por el mundo sin incomodidades, sin tiempo que le ordene, sin condena.


El tiempo… Lucha, miedo, prisas, odio, estrés, pena. Dictador del universo, ruin descuartizador  de la felicidad. Siempre enemigo del hombre y de la comodidad. Horrible fin el tuyo. Somos esclavos de tu realidad. Solo dejamos de pensarte cuando prefieres comprar nuestros sueños… Hasta que suenas por la mañana. Comienza otro día más. Otra vez tú y tus idiosincrasias.


Ársepa

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