Los ojos más bonitos del mundo los tiene mi amiga María;
Inocencia, nobleza, confianza.
A pesar de eso, me seguiría quedando con los tuyos.
Tus ojos han visto cosas que jamás nunca nadie ha llegado a
ver. Me han visto a mí, me han visto ser yo. Me han descubierto y redescubierto
miles de veces. Han visto atardeceres desde una ventana donde ahí dentro
siempre hacía sol, aunque fuera lloviese. Han visto madrugadas frías de febrero
bajo esa misma ventana. Me vieron decir la verdad, por una vez. Me vieron
decirte la verdad.
Me vieron abrazarte susurrándome por dentro que eso no era
un sueño (Estaba pasando, aunque hoy, después de casi trescientas madrugadas
siga sin creérmelo).
Esos ojos son pura magia. La magia en la que siempre quise
creer.
Tengo fe en tus ojos. Le tengo fe al brillo que desprenden
cada vez que me miras y cada vez que te dejas querer un poco más. Me quedo con
tus ojos porque son los únicos que incluso en este instante hacen que sienta el
cosquilleo que inunda mi cuerpo cada vez que me miras.
Me quedo contigo.
Me encanta como
sonríen tus ojos.
Anna
No hay comentarios:
Publicar un comentario