Vengo a contarte cómo son mis días sin ti desde que no
estás.
Oscuros,
Sin más.
Las noches son insufribles y los días se parecen a esa
alarma que antes solía apagar.
Ahora la dejo sonar.
Para acordarme de que
sigo aquí,
De que a pesar de la tormenta que he vivido,
Sigo aquí.
Resulta que ya no hago café, ni si quiera el color o el
olor,
Nada me sabe igual de bien.
Odio el sonido de la mañana.
Y todavía aún más,
Odio acordarme del poema que
formaba tu cara recién levantada.
Eme.
Sentimientos que remueven los sentidos...
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